Cuando hablamos de crear un blog o un sitio web, no se trata solo de juntar un montón de códigos y listo. Se trata de armar un texto que hable al lector, diseñar un diseño que refleje el contenido y, por supuesto, garantizar que todo funcione como un reloj. Aquí en Jogajunto, esta construcción va mucho más allá de las líneas de código. Se trata de crear experiencias.
Elegir un Sistema de Gestión de Contenidos (CMS) es una pieza clave del rompecabezas. Es lo que hace que la magia suceda, reuniendo a desarrolladores, creativos y tú navegando al otro lado de la pantalla. El CMS es el director que lidera esta orquesta de código, diseño e interacción.
Pero, ¿por qué es tan esencial? Un CMS bien elegido es como tener el mejor terreno para construir la casa de tus sueños. Nos permite crecer, innovar y adaptarnos sin perder el ritmo. Y, créeme, encontrar ese terreno perfecto no es fácil.
Recientemente, sentimos que era hora de un cambio. Aquí, en Jogajunto, nos encontramos con limitaciones que nos estaban frenando y decidimos que necesitábamos un espacio donde nuestra creatividad pudiera fluir libremente, sin barreras.
Ven conmigo mientras comparto cómo fue esta aventura de repensar nuestras herramientas y estrategias, los desafíos que enfrentamos y las victorias que celebramos. Créeme, no se trata solo de tecnología. Se trata de transformación y crecimiento.
Después de todo, ¿qué es un CMS?
Un CMS es un software que permite crear, modificar, organizar y publicar contenido digital de forma sencilla. En un panorama en constante evolución, existen numerosas opciones de CMS, cada una con sus ventajas y desventajas, que se adaptan a diferentes necesidades y situaciones.
Análisis sobre el CMS actual
Netlify no es conocido tradicionalmente como un CMS en sí mismo, sino como una plataforma de desarrollo y alojamiento.
Esta es la plataforma que utilizamos en Jogajunto como CMS para nuestros clientes, una elección que nos trajo tanto ventajas como desafíos.
Una evaluación equilibrada de los pros y los contras de Netlify fue un paso crucial para obligarnos a repensar e innovar cómo Jogajunto genera y entrega contenido.
Decidiendo por el nuevo CMS
Los cambios mencionados anteriormente causaron malestar. Estábamos indecisos sobre el uso de Netlify en los sitios web y blogs de nuestros clientes porque no podíamos permitirnos depender tanto de una plataforma como para correr el riesgo de tener que realizar un cambio masivo en las instancias que estamos usando para nuestros clientes.
Ahí es donde comenzó la exploración de posibilidades para decidir sobre el mejor escenario que podríamos lograr a corto y largo plazo.
En la búsqueda de un nuevo CMS, la decisión no fue trivial. Observamos elementos cruciales como el costo, la flexibilidad y la escalabilidad. La idea no era solo satisfacer las demandas presentes, sino estar preparados para los desafíos y oportunidades que podrían surgir en el futuro.
Invertimos tiempo y esfuerzo en pruebas exhaustivas, evaluando el rendimiento de varias plataformas. Creamos prototipos y simulamos escenarios reales para asegurarnos de que la migración y el crecimiento subsiguiente fueran fluidos.
La opinión del equipo fue un pilar importante en este proceso. Las conversaciones y comentarios enriquecieron el análisis, mezclando experiencia técnica con experiencia práctica. Buscábamos algo que no solo cumpliera con los criterios técnicos, sino que también agregara valor real a la experiencia del usuario y a la operación en su conjunto. Así, la elección del CMS Headless se hizo evidente.
¿Qué es un CMS Headless?
Un CMS Headless es un sistema que permite a los creadores administrar y almacenar contenido digital de manera eficiente, sin estar vinculado a una presentación o plataforma específica. Separa el contenido (backend) de las vistas del usuario (frontend), utilizando APIs para ofrecer contenido de manera flexible a cualquier interfaz o dispositivo. Esto proporciona una adaptabilidad y personalización sin precedentes, lo que permite actualizaciones rápidas y una experiencia de usuario más rica y personalizada.
Pros: este nuevo enfoque nos brinda una mayor flexibilidad, una característica muy apreciada por nuestro equipo. Ahora, estamos inmersos en una comunidad vibrante de desarrolladores y creadores de contenido que comparten información valiosa y continúan innovando. Esta comunidad activa nos permite adaptarnos fácil y rápidamente a las tendencias emergentes y a nuestras necesidades específicas.
Contras: El CMS Headless tiene sus desafíos. La curva de aprendizaje es más pronunciada y el manejo de cada detalle de la plataforma requiere atención meticulosa a los detalles. Invertimos tiempo y recursos en dominar cada matiz, asegurando el máximo aprovechamiento de sus características.
El CMS Headless ha demostrado ser una opción interesante para nosotros porque nos da la libertad de dar forma a nuestros proyectos sin las restricciones de plataformas de terceros. Las expectativas de resultados positivos son tangibles, y ya estamos viendo mejoras en cómo concebimos, implementamos y gestionamos contenido. La autonomía ganada no solo garantiza eficiencia operativa, sino también una innovación creativa ilimitada, colocándonos, a los desarrolladores, como los impulsores de la experiencia digital de nuestros lectores y clientes.
Mi viaje de Netlify a Headless
Cambiar de Netlify a un CMS Headless no fue solo una actualización técnica, fue casi como un viaje de descubrimiento. Recuerdo las noches en vela, los ojos pegados a los foros de internet y las profundas discusiones con el equipo que parecían más debates acalorados.
Entendí que la tecnología, incluso la más avanzada, es en última instancia una herramienta. Lo que realmente importa es cómo la usamos, adaptamos e innovamos con ella. Netlify fue un gran aliado, ¿pero el CMS Headless? Oh, ese se convirtió en nuestro patio de recreo de la creatividad.
En este viaje, encontré un nivel de control y libertad que ni siquiera sabía que existía. Cada pedacito de código y cada ajuste personalizado se convirtieron en un manifiesto de nuestro compromiso de hacer sentir al usuario como dueño del lugar. Es un baile entre la técnica fría y el arte cálido, lo concreto y lo abstracto.
Mirando hacia atrás hoy, no veo este cambio como un punto final, sino como un trampolín. Es el comienzo de explorar un universo de posibilidades donde la creatividad y la técnica se dan la mano. La emoción es real. No se trata solo de lo que ya hemos hecho, sino de lo que se está gestando en el horizonte. La migración no fue solo un paso adelante; fue un salto hacia un campo lleno de promesas y potencial.